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Arquitectos: Oscar Gonzalez Moix
- Área: 550 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Ramiro del Carpio
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Proveedores: Hunter Douglas
Una casa como refugio.
¿Cómo la arquitectura puede enfrentar, un terreno árido, rocoso y de fuerte pendiente?, es la pregunta inicial que surge de la necesidad de realizar allí, una vivienda que además debía albergar un atelier de trabajo. Como respuesta, se decidió, intervenir lo menos posible la topografía del terreno, logrando así equilibrar excavaciones y rellenos, teniendo como estrategia resolver el problema con un partido simple, en corte y en planta.
Posando la arquitectura con mucho respeto en su escarpada geografía, se disponen 4 niveles que se extiende al horizonte en busca de las mejores vistas de toda la bahía de Lima, para cada uno de los ambientes.
Tanto en corte como en planta se resuelve una zona posterior rígida de servicios, colindante a la ladera del cerro y los ambientes principales con mayor flexibilidad con vistas a la ciudad y el mar del pacifico. Ingresando desde el nivel calle, se propone la vida social con la sala comedor y acceso, cocina y servicios, extendiendo esta condición hacia la terraza mirador con piscina, jardines, parrilla y sala de juegos.
En un nivel inferior se ubica la zona de los dormitorios de la familia y su sala familiar con acceso a un patio posterior y conexión con los jardines escalonados con andenería realizada con muros de piedra del lugar. Finalmente, en el ultimo nivel se tiene una zona de trabajo, estudio, atelier para la familia.
Con plantas y distribución muy simple, se intento alinear la estructura, la función y el programa en un lenguaje que refleja una noble arquitectura, por la calidad de sus materiales y la definición espacia.
La practicidad, la austeridad y la flexibilidad son los componentes centrales de la casa que alberga funciones claramente diferenciadas para la vida familiar, de estudio y de trabajo, convirtiéndose en un refugio atemporal en perfecta armonía con el sitio y el paisaje que lo recibe.